Evoca el mar y el cielo, el frescor y la pureza, este color inspira calma interior favoreciendo el sueño. Por ello es el color preferido por los occidentales.
El azul es un color vivo pero, en general, se conoce por ser calmante, relajante y tranquilo, que dan un aspecto grande y espacioso.
También hay que saber que el azul facilita el adormecimiento por eso es el color más recomendado en decoración para el dormitorio.
Hay una gran variedad de azules. Soy de los que opina que todos los colores combinan con todos pero, sin duda, el blanco es gran aliado del azul.
Los azules pálidos y turquesas combinan bien con los amarillos, marrones y cualquier color tierra. El azul marino destaca con rojos y naranjas, dónde el contraste es más agresivo pero coordinado. Violetas y malvas con verdes pastel.
Puedes mezclar azules. Un azul muy claro podrá destacarse con cortinas más oscuras, y a la inversa. Para conseguir un ambiente dulce, añade tonos claros como el rosa, el marfil o el gris.
El azul es un color frio, por ello, en decoración no se recomienda para habitaciones orientadas al norte o con poca luz natural. Es ideal para el baño, donde asociado al agua, el azul combina perfectamente.
En el resto de las estancias de la casa habrá que estudiar el uso del azul. Bien en toques -como cojines, algún detalle en una cenefa, un jarrón,...; o usándolo de manera agresiva descargando su fuerza con blanco. Conseguirás un ambiente muy chic.
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