Los escaparates de LUMOBER

 

Distintivo de alta Decoración en la provincia de Ciudad Real. LUMOBER se convirtió en un referente en el sector del textil/hogar.

 

Desde su apertura y tras más de 20 años en pie, LUMOBER fue punto de encuentro de las mejores firmas en decoración. Sus escaparates acogían los mejores diseños de Gastón y Daniela, ROMO o Pepe Peñalver. Importante también fue el gran equipo de profesionales con los que contaron -modistas, instalador, decoradores o tapiceros, que con manos e ideas hicieron que aquellos tejidos tomasen forma.

 

Su fundador y gerente, Don Lucio Moreno Bernabéu, abogó siempre por la exclusividad, el diseño y la tendencia; valores que transmitió a su equipo y que sumados hicieron que su clientela más fiel apostase siempre por sus productos de calidad.

Todo profesional del comercio sabe de la importancia del escaparate como elemento de venta. No hay mejor dependiente que un escaparate estudiado y dirigido a volver la vista hacia éste a todo aquel que pasa delante de ellos.

Esto fue algo que LUMOBER tuvo siempre muy presente; sus instalaciones estaban dotadas de amplias galerías al público dónde poder lucir sus exposiciones y dónde mostrar su potencial de una manera directa.

 

 

Famosos fueron sus escaparates Navideños. Cada año se recurría a una idea original centrando la temática y reuniendo a grupos de personas que año tras años se acercaban a contemplar y fotografiar las galerías en esa fecha tan señalada.

Premiados en dos ocasiones con motivo de la Feria del Vino que se celebra en la provincia -FENAVIN galardonó a LUMOBER por el montaje de sus escaparates.

Realismo, movimiento y teatralidad hacía al visitante adentrarse en un mundo de cuento.

 

"Era gratificante ver cómo meses antes de Navidad pasaban clientes y te comentaban las ganas que tenían de que inaugurásemos los escaparates."                                Pablo Rivero Diseñador de Interiores para LUMOBER.

 Se seleccionaban las colecciones, se planteaba la idea y una vez firme se enviaba al taller para comenzar el trabajo.

Así, cada temporada se exponían las nuevas colecciones.

 

"Nosotros sólo teníamos que pedir por nuestra boca, las modistas se encargaban del resto."

 

"Era maravilloso ver cómo la idea que se plasmaba cobraba vida al venir del taller." 

 

 

" Este es un pequeño homenaje a quién me dio mi primera oportunidad. La oportunidad a un niño con 19 años recién cumplidos cuyo sueño era decorar. Gracias de la mano de Lucio Moreno Bernabéu y su equipo, pude crecer y aprender haciendo lo que más me gusta." 

Pablo Rivero