Locales comerciales, aquellos lugares públicos que, por ser muy comunes, el decorador encuentra frecuentemente en su vida profesional.
No existe ningún local igual a otro porque influyen demasiados condicionantes que determinan su fisonomía final, pero si existen unas normas de obligado cumplimiento, otras que garantizan la seguridad y el confort, otras que permiten un mejor maridaje entre el individuo y el entorno...
Las normativas legales que regula este tipo de locales son publicadas en los diferentes Boletines Oficiales y será el profesional quien deba conocerlas sabiendo que varían, temporalmente, en las distintas comunidades o países y que no puede sustraerse a ellas.
Del resto (iluminación, valor psicológico de los colores y las formas, ergonomía, ruido,...) hablaré en próximos reportajes.
Lo primero que debe hacer el decorador es olvidarse de sí mismo y adentrarse en la cultura, estilo, precisiones, etc. de su cliente, conocer sus necesidades, que actividad se va a desarrollar en el local y a qué tipo de público está orientado. No está de más analizar otros establecimientos de las mismas características, en la misma zona, e intentar establecer en cada uno de ellos los motivos de su éxito... o de su fracaso.
Una parte importante de nuestra profesión es mantenernos al día tanto en tendencias de moda como en materiales. Y recurrir a instaladores especializados cuando las circunstancias lo exijan.
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