jueves, 27 de abril de 2017

VERSION. EL TOILE DE JUOY

Cuando en 1760 el joven industrial de origen alemán Christophe-Philippe Oberkampf creó una fábrica textil en Jouy-en-Josas, al sur de Versalles, poco podía imaginar que sus diseños se harían tan famosos y conservarían toda su vigencia en el siglo XXI, eso sí, re versionados y actualizados sus usos, a pesar de que mantienen siempre los motivos coquetos que definen las toiles de Jouy. Estos dibujos suelen ser de escenas pastoriles, aves, flores, o bien ilustran acontecimientos históricos o mitos griegos y romanos, aunque en la actualidad también se fabrican textiles con atmósferas orientales o soburbanas del siglo XX.

En su larga historia, estas telas francesas han logrado un merecido reconocimiento. Incluso ya en 1783 el rey Luis XVI otorgó a la manufactura de Oberkampf el título de Fábrica Real. Pero no todas las toiles se fabrican en la localidad que da nombre a la tela: gracias a la reputación de los primeros modelos, se creó una importante industria textil en grandes ciudades como Burdeos, Orange o Nantes.



El tejido más común sobre el que se realizan estos estampados, sigue siendo el algodón, aunque también existen diseños en lino. En cuanto a los colores, los modelos clásicos son los de fondo beige o crudo con los dibujos en granate, sepia o azul, aunque para darles un aire innovador ahora se han
revisionado y presentan combinaciones en blanco y negro, que logran unos ambientes actuales con su juego de claroscuros.

A pesar de que el uso tradicional de estas telas era tapizar, confeccionar cortinas o colchas y crear pantallas de lámpara y solían estar destinadas al salón o al dormitorio, hoy en día se han roto los esquemas y los toiles de Jouy podemos encontrarlos en baños a modo de decoración mural o, incluso,
en prendas de vestir. Pero hay que tener en cuenta que, dada la estampación repetitiva que caracteriza estas telas, puede terminar recargando en exceso el ambiente, por lo que se recomienda crear coordinados serenos con modelos lisos para, de este modo, no restar protagonismo a las elegantes toiles de Jouy. Y aunque pueda parecer arriesgado, una buena combinación con telas a rayas o topos, de contrapunto geométrico, pueden ofrecer un toque sofisticado.

Por todos estos motivos la toile de Jouy vuelve en decoración y sigue mostrando su lado delicado y romántico con sus paisajes evocadores.

Fotografías: Collections- Manuel Canovas y revista Mi Casa.

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