Pieza reina del salón, su elección debe responder a un equilibrio entre sus prestaciones y tus gustos personales.
1. El alma del salón. El sofá es la pieza más importante del salón, ya que el estilo y la comodidad dependen de él. Por eso, al elegirlo debes tomarte tu tiempo y no precipitarte. Pruébalo, verifica si es cómodo y piensa en el efecto con muebles y tapicerías.
2. A tener en cuenta. Antes de la compra, debes valorar el espacio del que dispones y tus necesidades. Después, debes fijarte en aspectos como su versatilidad, diseño y material. Además, piensa que en la tienda siempre parecen más pequeños de lo que son.
3. Pautas básicas. Como norma, los sofás de cuatro plazas sólo son aconsejables en espacios de más de 40 m2. Mientras que en salones pequeños, lo más idóneo es colocarlo en "L". Para saber el largo que puede tener, resta 90 cm. a la pared donde vas a ubicarlo.
4. Sofás a la carta. Hoy en día, puedes diseñar el sofá a tu medida, tanto por el número de plazas y el armazón, como el tipo de relleno y el tapizado.
5. Estructuras modulares. También existen soluciones versátiles para diseñar tu propia combinación de sofás. Son piezas modulares, que encajan como un puzzle, y puedes modificar su distribución según tus necesidades: con o sin chaise longe, elementos laterales, pufs...
6. Elegir la tapicería. Debe soportar el roce y el desgaste. La resistencia no depende del grosor, sino de que la urdimbre de la tela tenga los hilos apretados, es decir, del martindale. Compruébalo tensando la tela sin que la trama se deforme.
7. Garantía de calidad. La resistencia de una tapicería se mide en los ciclos del martindale. Exige desde 15.000 ciclos, para que sea de calidad.
8. Otros tejidos. Algodones (100% o con mezcla), chenillas, terciopelos y sedas son los preferidos por los fabricantes. Lisas o con motivos, marcan tendencia las rayas, las figuras geométricas y las flores.
9. Tapizar con piel. El cuero, natural o sintético, vuelve a estar de moda. A sus prestaciones se unen sus acabados: repujado, envejecido, tintado...
10. Bien protegidas. El cuero ha dejado de ser un material sensible. Los nuevos diseños se limpian fácilmente y vienen protegidos de fábrica con un tratamiento que los inmuniza prácticamente a las manchas. Un consejo: es un error recurrir a la Nivea para nutrir la piel, un paño humedecido en agua será suficiente.
11. Tapicerías especiales. Para garantizar su durabilidad y su resistencia, las tapicerías, además de ignífugas, incorporan tratamientos antimanchas y antihumedad, como el teflón, y sanforizados, para que no encojan.
12. Con funda. Los sofás desenfundables son muy prácticos, ya que puedes limpiar la funda original o cambiarla por otra cada temporada.
13. El relleno decisivo. El relleno de los asientos y de los respaldos es también un factor importante para la durabilidad del sofá y el confort, ya que afecta a aspectos de diseño, de dureza de la sentada, de recuperación...
14. Más cómodo. El relleno tipo sándwich hace más cómoda la espuma, al recubrirla con dos capas (una superior y otra inferior) de plumas.
15. Relleno de espuma. Los rellenos de espuma ofrecen un aspecto más rígido, son más económicos y tienen una mayor capacidad de recuperación. Elígelos con una densidad de 30 kg. en el asiento y 20 kg. en el respaldo.
16. De plumas de oca. El relleno de plumas, sobre todo el de oca, es la opción más cómoda y confortable. Sin embargo, suele deformarse al sentarse y, con el tiempo, pierde volumen, por lo que es necesario rellenarlo periódicamente.
17. Poliéster. Se trata de una mezcla de pluma y gomaespuma. Esta combinación, algo más cara, saca lo mejor de ambos materiales y ofrece asientos y respaldos blandos y mullidos, capaces de recuperarse.
18. Látex. Por sus propiedades antialérgicas y transpirables, y sus buenas prestaciones, el látex se ha incorporado en la fabricación de los rellenos de sofás.
19. Más confort. El grado de dureza depende del gusto personal. Como norma general, los asientos tienen que ser mullidos y los respaldos con mayor curvatura. Un sofá ergonómico debe tener el respaldo blando y proteger los riñones.
20. Tipos de patas. Pueden ir ensambladas en la estructura, atornilladas o enroscadas. Éstas son de "quita y pon" y son muy prácticas porque evitan roturas en los desplazamientos y puedes renovarlas a tu gusto.
21. Con ruedas. Los sofás con ruedas son una opción muy práctica si tienes que desplazarlos de manera habitual. Ten en cuenta, sin embargo, que si decides quitarlas el sofá bajará al menos unos 35 mm.
22. Sofás a la ultima. Hoy en día conviven diseños depurados y minimalistas con la recuperación de clásicos como el chéster. Además, hay sofás que incorporan una mesita o una pequeña librería en un lateral.
13. El relleno decisivo. El relleno de los asientos y de los respaldos es también un factor importante para la durabilidad del sofá y el confort, ya que afecta a aspectos de diseño, de dureza de la sentada, de recuperación...
14. Más cómodo. El relleno tipo sándwich hace más cómoda la espuma, al recubrirla con dos capas (una superior y otra inferior) de plumas.
15. Relleno de espuma. Los rellenos de espuma ofrecen un aspecto más rígido, son más económicos y tienen una mayor capacidad de recuperación. Elígelos con una densidad de 30 kg. en el asiento y 20 kg. en el respaldo.
16. De plumas de oca. El relleno de plumas, sobre todo el de oca, es la opción más cómoda y confortable. Sin embargo, suele deformarse al sentarse y, con el tiempo, pierde volumen, por lo que es necesario rellenarlo periódicamente.
17. Poliéster. Se trata de una mezcla de pluma y gomaespuma. Esta combinación, algo más cara, saca lo mejor de ambos materiales y ofrece asientos y respaldos blandos y mullidos, capaces de recuperarse.
18. Látex. Por sus propiedades antialérgicas y transpirables, y sus buenas prestaciones, el látex se ha incorporado en la fabricación de los rellenos de sofás.
19. Más confort. El grado de dureza depende del gusto personal. Como norma general, los asientos tienen que ser mullidos y los respaldos con mayor curvatura. Un sofá ergonómico debe tener el respaldo blando y proteger los riñones.
20. Tipos de patas. Pueden ir ensambladas en la estructura, atornilladas o enroscadas. Éstas son de "quita y pon" y son muy prácticas porque evitan roturas en los desplazamientos y puedes renovarlas a tu gusto.
21. Con ruedas. Los sofás con ruedas son una opción muy práctica si tienes que desplazarlos de manera habitual. Ten en cuenta, sin embargo, que si decides quitarlas el sofá bajará al menos unos 35 mm.
22. Sofás a la ultima. Hoy en día conviven diseños depurados y minimalistas con la recuperación de clásicos como el chéster. Además, hay sofás que incorporan una mesita o una pequeña librería en un lateral.
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