Los nuevos papeles pintados, adhesivos vinílicos y textiles murales convertirán tus paredes en parte activa de la decoración.
E stán de moda, se
adaptan a cualquier
estilo decorativo y
son fáciles de colo-
car. ¿Te atreves? Se
trata de los nuevos
revestimientos murales:
papeles pintados,
adhesivos vinílicos y
fibras naturales.
Todo un mundo de
posibilidades
decorativas que,
seguro, darán un
aire nuevo y
actual a tu casa.
Si bien los más
populares son
los papeles pintados,
los tipos de
revestimientos
murales que
encontramos
actualmente en el
mercado son muy
variados.
Los stickers o
pegatinas son lo
último que ha
irrumpido con fuerza.
Se trata de adhesivos,
en la mayoría de
los casos vinílicos,
que se pueden
pegar a cualquier
superficie lisa
y limpia, como
paredes, techos,
ventanas o muebles.
Son fáciles de
despegar para
volver a reutilizar
y sus diseños y
colores son
infinitos: formas
geométricas,
infantiles,
inspiradas en la
naturaleza o letras
que forman de mensajes.
Se compran sueltas
o por packs que
pueden crear una
composición.
Otro tipo de
revestimiento son los
textiles, de efecto muy
elegante y ricos en
texturas, que se
encolan a la pared
sin problema.
Resisten bien los
golpes y amortiguan
el ruido. Existen
modelos lavables e
ignífugos y, en
cualquier caso, se
pueden coordinar
con otras telas
de la estancia en la
que se encuentran,
como cojines,
cortinas o tapizados.
UTILIZA EL PAPEL
VINÍLICO PARA
ZONAS HÚMEDAS Y
DE MUCHO USO,
COMO COCINAS O
CUARTOS DE BAÑO.
Los papeles japoneses
se realizan con fibras
naturales, como la
paja, el yute, el cáñamo
o el bambú. Al tratarse
de materias primas, su
elaboración suele ser
artesanal y el acabado
y el tono algo irregular,
lo que le otorga un aspecto
muy natural.
Se trata de revestimientos
de texturas ricas y, además,
resultan muy útiles para
ocultar las imperfecciones
de paredes desgastadas.
Sin embargo, no se
pueden lavar.
PAPEL PINTADO. Rey
indiscutible de las
soluciones rápidas y
económicas para
transformar ambientes,
el papel pintado
regresa a la decoración
.jpg)
interior después de
una época de letargo.
Y viene acompañado
de novedades muy tentadoras:
metalizados, platas y
dorados para los gustos
más sofisticados.
Combinaciones con
tonos chocolate, turquesa
y pistacho para los
atrevidos o dibujos tipo toile
de jouy o de estilo inglés
para los más clásicos.
Para gustos, los colores y
para variedad, los
papeles pintados. Y es
que también existen
los que combinan
fondos lisos con cenefas
o dibujos en relieve o con
texturas como el
terciopelo.
Otra novedad son los
grandes murales, diseños
concebidos para ocupar
toda la pared. En línea
con esta idea están los
grandes diseños que tienen
una repetición menos
seguida. Esta opción es algo
menos restrictiva, ya que
no se requiere una gran
pared para apreciar la
escena en su totalidad.
Se imponen también los
papeles personalizados:
los que se personalizan
con fotografías o en
tamaño.
Y es que varias firmas
ofrecen ya la posibilidad
de convertir cualquier
imagen que facilites
en rollos de papel.
La oferta es tan amplia
como lecciones hay en
el mercado, pero la
tendencia sigue dos
prismas: la apuesta
por el diseño y por la
calidad del papel.
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